Ya sea confesarte a la persona que te gusta, pedir un aumento en el trabajo o empezar ese nuevo proyecto que tienes arrumbado en la esquina de tu cuarto desde hace cinco años, todos hemos experimentado estas situaciones en las que el miedo nos detiene y nos impide obtener el amor, la alegría, la diversión y el éxito que merecemos y estamos buscando.
Pero ¿Cómo podemos detenerlo? ¿Dónde podemos encontrar el valor para tomar ese primer paso que nos lleve, por fin, a la realización de nuestros sueños? Matthew Hussey, un coach emocional, orador, autor de bestsellers del New York Times, columnista de Cosmopolitan Magazine y experto en citas dedicado a transformar la vida de miles de mujeres desde el 2011, plantea las tres principales causas por las que surge el miedo y la manera de sobrellevarlo, te las demostramos a continuación.
1. Hacemos la acción demasiado grande
Cuando nos encontramos ante cualquier situación suele haber dos maneras de abordarla, por ejemplo, si estás en la fiesta de alguno de tus amigos y ves a alguien que te gusta, podrías afrontarlo pensando que el momento en el que te acerques tiene que ser perfecto, que lo que digas en este momento debe de llevarte a conseguir una cita y hacerte quedar bien para que la persona se enamore perdidamente de ti, o puedes acercarte y saludar pensando en que es mejor animarte a no hacer nada.
Cuando te planteas un escenario complicado y haces la acción demasiado grande, la presión también es más grande, para arreglar esto lo mejor es reducir la acción a la más simple que puedas imaginar. Es un saludo y ya.
2. Le damos valor de más al momento
C.S. Lewis decía:
“Este momento contiene todos los momentos”
Es verdad que hay oportunidades que llegan una vez en la vida, y que si no tomas acción en esos valiosos segundos, podríamos perdernos de algo increíble, sin embargo, en tu vida habrá muchos de estos momentos, tendrás muchas oportunidades y es por eso que la manera de contrarrestar el miedo que viene con la presión de un momento valioso o de una oportunidad “única en la vida” es aprovechar muchos de estos momentos, al día, a la semana, al mes, a lo largo de toda tu vida.
De esta manera, dice Matthew, el riesgo se diversifica, ya no dependes de un sólo momento para cambiarte la vida, si no que puedes confiar en las acciones que estás haciendo día tras día y que te dan la oportunidad de crear el futuro que deseas.
Si decides aplicar a ese trabajo de tus sueños una vez al año, va ser mucho más importante y significará un riesgo mayor para tí, que si te postulas a cinco diferentes. Si tomas riesgos constantemente, y siempre tratas de hacer lo mejor de los segundos, entonces
“ningún momento tiene que ser el momento del que tu futuro dependa”
3. Enfatizamos el dolor del presente y nos olvidamos del dolor del futuro
A veces dedicamos mucho tiempo en pensar en el malestar que nos puede causar empezar algo ahora, en lugar de lamentar la pérdida que significa no hacerlo en el futuro. Por ejemplo, si decides no comenzar a correr los fines de semana por lo pesado que sería tener que hacer ejercicio, que te duela el cuerpo el día siguiente, no poder ver tu serie favorita, tener que levantarte temprano, etc. estas evitando el dolor del presente, sin recordar el dolor que puede significar para tu futuro, como no lograr la condición que deseas, o tener riesgos en tu salud física y emocional.
“Debemos cambiar la forma en la que pensamos, para estar mucho más asustados del dolor del futuro que del malestar del presente, porque si lo haces, empezarás a crear la vida que deseas en el futuro”
Poniendo atención a estos tres puntos, lograrás encontrar el valor que necesitas para cumplir las metas que desees, así que no esperes más, ve a esa esquina y recoge el proyecto abandonado, pide ese aumento en el trabajo y anímate a invitar a salir a la persona que te gusta. No olvides compartirnos cómo te fue en los comentarios o en nuestras redes sociales, y si quieres ver el video de Matthew, haz clic aquí.
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